IMÁGENES POÉTICAS (disparadoras de textos)

INSECTOIDES, de Jonathan Rodríguez y José Luis Solari

Había una vez unos mos.. Mosquitos, llamados insectoides. Esos mosquitos largaban agua y andaban de noche.

Alguna gente andaba por la calle, y pensaban que llovía. Alguna gente se asustaba, porque pensaban que era una enfermedad.

fin.


De Manuel Biarlo

Había un científico que había echo un rayo para convertir a un águila en persona, pero no lo logro terminar; el hombre águila se fue, pero antes lo mato.
……(un millón de años después)……
El águila estaba en el edificio donde mato al científico. De pronto se escucharon pasos; de pronto se cerraron puertas y ventanas; de pronto se prendieron las velas y la estufa; de pronto había una mesa con dos vasos, 2 botellas y un fantasma mirándolo y el al fantasma
To Be
Piensen el final….

De Franco Gramaglia

Dos personas tomando vino o agua, con una mesa con dos vasos y dos botellas. El hombre mira al hombre pájaro; porque hay un relato que dice, que los hombres pajaros tienen como pequeñas aberturas en su rostro.
Fin.

De Agustina, Yaquelin y Florencia

Ese día a la noche había sol, estrellas y lluvia. Había un chico que le estaba pidiendo a Dios que no lloviera más, acompañado por su gato que estaba acostado por que estaba enfermo y no se podía curar, hasta que murió. Todas las noches se escuchaban los gritos del gato.
Fin.

De Mayra Del Castillo

Había una vez una señora que le agarro viruela y para los indígenas era muy raro curarla; entonces usaron una vieja estrategia indígena, se trataba de que tres curanderos se tenían que parar arriba de la persona y caminar sobre ella; la señora luego de unos días, se recupero tomando reposo y curándose.
Fin.

De Melany Ponce

Había una vez unos hombres que pasaban por arriba de un muerto. El muerto soñaba que estaba durmiendo en una cama y tenia una cabeza en los pies. Los hombres se reían con muchas carcajadas. 

Al otro día se acostaron y soñaron con el mismo hombre en el piso; ellos creían que era una estatua y unos hombres, amigos de ellos, pasaron por arriba otra vez.

Los hombres dijeron: -¡No lo pisen, esta muerto!. Pero los hombres no obedecieron y lo pisaron sin escuchar y se rieron.

Los hombres gritaron con mucha intención: -¡Chorros!, ¡mataron a un cura!. ¡por favor, ayuden!. 

Y la gente llamo a la policía y a la ambulancia; pero llegaron muy tarde y la gente desesperada llamó a otra ambulancia sin saber que la otra había llegado. Las ambulancias pensaron que había dos muertos, entonces una se tuvo que ir. 
El muerto no se pudo curar y los hombres despertaron de sus camas y muy asustados cerraron todas las puertas y salieron por la ventana. 
Fueron al cementerio y era verdad lo del hombre muerto. Todo lo que soñaron se hiso realidad.

Fin.

Un bosque de sustos, de Alexis y Yemina

Había una vez un matrimonio que tenia dos hijos, un varón y una mujer; Vivian frente a un bosque oscuro y peligroso.
Una noche los chicos salieron a jugar a las escondidas, la niña se escondía y el varón contaba. La niña se había escondido en el bosque, empezó a ver sombras blancas y oscuras, pero cuando se dio vuelta vio a su padre ahorcado; La niña corrió asustada a avisarle a su hermano; Los dos salieron corriendo a avisarle a su mamá. 
De pronto, antes de abrir la puerta los detuvo el diablo y riéndose, dijo: - yo mate a sus padres, jajaja. Cuando el diablo desapareció entraron a su casa y encontraron a su madre tirada en el piso.

fin.

La casa del susto, de Pamela

Era un día soleado, salí a jugar con mi hermana y dos primos al medio de una cancha y vimos a un diablo que nos llevo a un calabozo oscuro, pedimos ayuda y no había nadie. El diablo se fue a buscar a mi primo que se quedo escondido; vimos una sombra oscura; fuimos a ver que era; había un hombre que estaba ahorcado. Salimos corriendo y nos encontramos con un pájaro que nos traía una cosa muy importante, ellos no sabían en donde estaban, siguieron al pájaro y los llevo derecho a su casa. Buscaron a su mamá y a su papá y estaban ahorcados. Salieron corriendo a buscar al diablo; lo encontraron; lo llevaron a su casa; lo mataron y lo tiraron en el medio de la cancha.
Fin.












HISTORIAS MISTERIOSAS


El invisible y la muchacha, de Melany Pacho

Había una vez un loro que se hacia invisible y robaba por las noches, asustando a las personas del pueblo. Asustaba de una forma terrorífica y hacia desmayar a las personas. El loro se llamaba acacua y era el monstruo del que se corrían rumores. Acacua tenía ojos rojos y el pico cortado.
Acacua había secuestrado a una nena que tan solo tenia 3 años, pero la iba a devolver. La nena no quería porque acacua le parecía bueno y no lo quería olvidar ni separarse de el, porque le iba a partir el corazón. 
Acacua robaba comida para darle de comer. El loro se encariño con la nena y cuando la nena creció los poderes del loro pasaron a la niña y se llevaron muy bien.
Fin.

Ojos amarillos, de Ailen Salvatierra
Había una vez un chico llamado Cristian, que había soñado con ojos amarillos. Sus padres, asustados, le preguntaron que por que se levanto a la noche, aterrado, a prender la luz; y Cristian les dijo que se levanto por que había soñado con ojos amarillos.

Fin.

Que las hay las hay, de Pamela Smith
Había una vez un nene y una nena que eran hermanos y no tenían familia por que todos habían fallecido. Los hermanos quedaron en una casa abandonada, donde vivía una bruja y estaban a punto de morir, igual que su familia.
La bruja muy furiosa, los quería meter en un sótano donde había muchos animales peligrosos; los chicos se escaparon; al tiempo, metieron a la bruja en una olla con agua hirviendo.
Fin.

El leñador decapitado, de Franco Gramaglia
Había una vez una casa en el medio del campo; en ella habitaban 5 personas, 3 hermanos, el papa y la mama. Un día los 2 hermanos y el papa se fueron a buscar leña y dijeron que volvían para la cena. La mama se preocupo, porque no aparecían para cenar y le dijo al otro hermano: –espérame, y si ves que tardo, ándate a dormir. Al rato el hermano se aburrió y se fue a dormir. Al abrir los ojos, un leñador con una motosierra le dijo: – llego tu turno de morir ¡¡¡jajaja!!! Y se le apareció de atrás el padre con un machete y decapito al leñador. 
Y vivieron felices para siempre; pero el padre a veces, sigue rondando por la tumba del leñador, buscando venganza.
Fin.

Bruja sin ojo, de Laura Vázquez

Había una vez una bruja sin un ojo; tenía un gato que se llamaba negro y un murciélago. Los tres juntos, mataban gente. La bruja llevaba un cuchillo en su mano derecha. Debido a la cantidad de gente que mataba, nadie la quería y a los que mataban no los comían los perros, sino que se los comía ella. Con sangre caliente y bebiendo sangre fría.

Fin.

No mires este dibujo, de Tomás Penoni 
El dibujo no lo podía ver nadie….nadie
¿Lo ves?
Solamente lo podía ver tomas….tomas
¿Lo ves?
Se veía según decían…..decían
No lo mires.
Una bruja….jajajaja
Fin.

El castillo embrujado, de Melany Ponce y Oriana Curti
Había una vez un castillo que estaba embrujado. 
Un día una niña se acerco, y el castillo saco una lengua hecha de alfombra y se la trago, haciendo mucho ruido. Luego, vinieron dos nenes a rescatarla y no pudieron. Ellos se pusieron a jugar a la pelota y se les cayó dentro del castillo y los niños estaban aterrorizados. 
Al día siguiente un señor que estaba ebrio reboleo una botella de alcohol y la fue a buscar, el castillo se despertó y se trago al ebrio. 
Más tarde llegaron los nenes del colegio y vieron que el castillo estaba despierto y largaba sangre; al rato escupió al hombre, a la niña y la pelota.  
los niños trajeron de un taller una moledora y así sacaron el espíritu del castillo y lo desarmaron para que no hubiera más conflictos; y los niños vivieron felices para siempre.
Fin.

La casa maldita y los fantasmas, de Karen Nuñez 
Un día de muchísimo sol, una familia fue a averiguar por una casa que se vendía. Justo ahí había un fantasma. A esa familia les encantaba, entonces la compraron. 
Ya cuando estaban instalados en la casa les pasaba algo raro, se les movían las camas, los roperos, et. eso siempre sucedía a la noche y de día no pasaba nada de nada. 
Pasaron meses y meses y meses, hasta que el padre de los nenes se enloqueció, porque los fantasmas le hablaban. El hombre quería matar a su familia porque esos fantasmas le ordenaban que lo haga. 
Pasaron otros meses más, hasta que se fueron de la casa y esos niños, pudieron recuperar a su padre 
Fin.

La bruja y Cristian, de Soledad Sena
Había una vez un nene llamado Cristian... había visto una casa y quiso entrar y Cristian entro y había muchas telas de araña y mucha mugre. El vio que una bruja bajaba de la escalera y Cristian muy asustado salió corriendo y la bruja lo alcanzo y Cristian estaba temblando y la bruja lo tomo del brazo y lo subió.
Fin.

Un monstruo a palanca, de Marcos Gutierrez
Un monstruo asustaba a la gente de noche… su nombre era Marcos, era invisible porque la gente si se despertaba lo podía ver. Era un monstruo con cuatro ojos, dos bocas, una nariz y dos palancas. Con esas palancas podía convertirse en muchas cosas, por ej. En un auto asesino, ya que nadie podía descubrir al monstruo invisible.
Fin.

PARA QUE VUELVA EL SOL // TEXTOS SOLEADOS

Día Soleado de Daniel Cisneros

Un día soleado con nubes,
Lluvia de perros.
Y con sombra y lluvia de patineta.
Ojos amarillos,
Trueno amarillo,
Liendres amarillas,
Palomas amarillas,
Tierra amarilla,
Pasto amarillo,
Jugos amarillos,
Hombres amarillos.
Casas volando,
Plantas volando,
Ángel volando,
Borrador volando,
Y campamento volando,
Motos volando,
Narices volando,
Ojos volando,
Letras volando.
Cuando llueve se casa una vieja. 

Poesía Soleada de Manuel Biarlo

Las nubes flotan
Igual que una canoa
En un suspiro de alegría
Hermoso y lindo como la sonrisa.

Las rosas crecen.
Los pájaros cantan.
Las personas caminan,
En la vereda de la vida.

Cuando el amor acecha
En el corazón flechado
El amor surge
En el día amado.

Cuando las palomas vuelan
Los cisnes se refrescan.
En el corazón marchito
Un rayo de sol calienta al
AMOR.

Poesía soleada de Ailen Salvatierra

Hoy es un día soleado.
y las nubes se juntan con el sol
y las nubes se ponen anteojos,
porque el sol le da mucho sol en los ojos.
 y cuando llueve el sol se pone triste,
 porque le tiene miedo a los truenos,
 y a los chaparrones;
 por eso se pone muy triste el sol.


Texto soleado de Franco Gramaglia

Había una vez un sol tan tan fuerte, que tenias que tener 32 aires acondicionados… 
si sacabas las gallinas afuera se cocinaban solas, hasta con sal.
Los caballos se alegraban cuando llovían filetes del cielo;
 y más los tigres, pumas, jaguares y chitas… 
eran tan felices que los caballos se morían al comerlo.